¿Cómo me afecta la acupuntura japonesa?
Acupuntura Japonesa
La acupuntura suave y no dolorosa, junto con el masaje y la moxibustión japoneses y el estilo de vida, nos ayuda a regular la energía y permitir que fluya libremente, equilibrando los sistemas del cuerpo para recuperar la salud física y emocional...
La acupuntura japonesa se desarrolló en el siglo XV y se basa en el estudio y la revisión de textos y libros clásicos de la medicina y la filosofía chinas.
Utiliza métodos muy suaves y sutiles, sus técnicas son indoloras y muy cómodas para la persona que las recibe. La inserción de las agujas es muy superficial y las agujas son muy finas. Se utilizan muy pocas agujas e incluso es posible realizar un tratamiento sin insertar ninguna aguja.
El método japonés se caracteriza por su claridad y sencillez a la hora de abordar una patología y es muy eficaz para tratar todo tipo de síntomas físicos y psicoemocionales. Se acompaña a la persona durante todo el tratamiento y se comprueba la respuesta al mismo mediante la palpación de los pulsos y el abdomen.
La acupuntura se complementa con otras técnicas como la moxibustión y el Sotaiho japonés (osteopatía japonesa).
Suave e indoloro, pero efectivo
El Toyohari es un método muy eficaz que se desarrolló en los años 50 sobre la base de la terapia meridiana.
En sus inicios eran médicos ciegos, lo que lo ha convertido en un método que desarrolla una gran sensibilidad y conciencia del tacto y hace hincapié en la interacción del terapeuta con la persona a través de diversos métodos de diagnóstico como el interrogatorio, la observación y la palpación del pulso y el abdomen.
Es un tipo de acupuntura suave e indolora que generalmente no implica la inserción de agujas, sino un contacto suave con agujas de plata muy finas o con un teishin, uno de los diversos instrumentos que utilizamos.
La prioridad es regular y armonizar el Qi para restablecer la salud y la vitalidad de la persona de forma natural.
La mayoría de los síntomas y enfermedades pueden tratarse. Además del tratamiento del dolor, es muy útil para problemas ginecológicos, digestivos, nerviosos, respiratorios, alérgicos e inmunitarios.
Puede utilizarse para tratar enfermedades crónicas o agudas.
Es adecuado para todas las personas, especialmente las que son muy sensibles o tienen miedo a las agujas.
Al tratarse de un método muy sutil, requiere una formación muy especializada y práctica, que se completa en Ámsterdam y se profundiza después en grupos de estudio y talleres internacionales.
Moxibustíon
En la moxibustión, el calor se transfiere a diversos puntos y zonas del cuerpo quemando una planta de Artemisia seca y procesada.
Existen diferentes técnicas y formas de aplicar la moxibustión.
En Japón, esta práctica se ha desarrollado mucho debido a sus grandes beneficios. La técnica más utilizada y extendida es el Okyo.
El Okyu consiste en la aplicación de perlas de moxa del tamaño de un grano de arroz en puntos específicos. El objetivo es equilibrar el flujo de Qi y aumentar la vitalidad del cuerpo de forma rápida y agradable.
La función de la moxa no es liberar calor, sino activar el equilibrio, de forma similar a la inserción de una aguja, pero con beneficios adicionales como el efecto sobre el sistema linfático y la circulación sanguínea. La moxibustión también es muy eficaz en el tratamiento del dolor y los trastornos hormonales y nos permite realizar el tratamiento sin insertar agujas.
Otras técnicas japonesas de moxibustión son el método Chineskyu o Kyotosin, en el que la aplicación de calor suave permite tonificar y calentar puntos y zonas debilitados.
La moxibustión es muy útil en el tratamiento del dolor, problemas crónicos e inmunológicos, alteraciones ginecológicas...